Quisiera verte siempre vestida de domingo
Domingueando en el pasillo en bata de casa
o erizando los pelos de burro del patio donde pasas
Tendiendo las sábanas y las palabras que no digo.
Juegan nuestros niños y nosotros en un juego de miradas
vemos pasar el día tibio hasta que tu recoges las sábanas
Y allí tendido en el frío dejas para las próximas semanas
el sudario de palabras enmudecido en mi alma lacerada.
Quizás sea menos cobarde el próximo domingo
un poco más decidido que el falso de tu falda
Y de ese paso sincero y delicioso, esa dulce escalada
Quizas allá en la cima conquistarte no consigo
Aunque estoy convencido de que estas enamorada
Si me empujas de tus labios y pones una almohada
Es porque eres casada y temes estar conmigo.
Autor: Robelki Wilson Massó.