Randy Mueses

La diadema.

Ahora que ya te perdí mi alma se ha quedado mustia, siento una puzante angustia que va azotando mi figura, se ha secado mi llanura, se ha inundado mi orilla por tus torrenciales lluvias. 

El que ha sido un rayo de sol en tu vida y yo que he sido tiempos oscuros, estoy muriendo por tu desapego, tu ausencia me tiene abatido en este duelo. Hay dolor en mis palabras, hay congoja en mi mirada, mis letras sangran, me haces falta...Ven, rescatame y dame tu indulgencia, borrame el pesar y pinta una sonrisa en mi rostro y rompe aquel compromiso ilusorio. 

Quiero prenderme en fuego y arder, el puente que nos unía sufrió un derrumbe, se opaco mi paisaje. Imaginarte junto a él es un golpe grave que sacude mis sentimientos y despierta la ira y la envidia. El ha sido alegría y sonrisas, y yo lágrimas y penas. 

Conozco que te he causado dolor, que mis recuerdos te son nocivos, que hubo daños y descuido, que mi querer fue raro. Pero no te quedes con el me voy a volver loco, estoy al borde del abismo, estoy zambullido en el despecho.

Y así es, justo como dijiste que sería. Que te enamorarias de alguien más, que alguien regaría tu jardín, que dejarías de amarme. Nos olvidamos de la calidad brisa ahora el agua es mucho más fría. 

La novia de la diadema blanca,
la que le obsequie para nuestra boda,
Ahora aquel novio se lleva lo que más quiero.
No puedo apartar mis ojos de ti.
No puedo dejar de pensar en ti.







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