Soy una bomba atómica, no puedo acercarme a nadie porque podría matarlo... Créeme cuando lo digo y por esta ocasión no es metafórico. Deben de ser según su estado fisiológico, pero las probabilidades son de un 1% a un 100%. Y la tentativa de herir a quienes tengo cerca... Porque siempre a los que tengo cerca son a quienes quiero...
No puedo abrazarlos, y no es que me guste abrazar mucho, es solo el hecho de llevarle la contraria a las situaciones siempre... Hay quienes a quienes ni siquiera puedo ver, y los días me carcomen y la inutilidad se me empieza a notar en los párpados. Dios siempre ha estado conmigo cerca bajo las estrellas. El significado de Dios siempre ha estado observando al cielo como una loca... Es ahí cuando nos conocemos, pero ahora no puedo salir a ver su inmensidad. Y la ansiedad, esa sensación de tristeza y apatía vuelve nuevamente cuando se suponía que ya todo era ver al cielo al amanecer y respirar nuevamente. Extraño tantas cosas que uno empieza a valorar en la distancia a quienes no puede ni medio ver de cerca... Es tanta la distancia que uno empieza a desear situaciones que ya hace mucho se marcharon...