Matias 01

FIEBRE MUDA

Yo miraba tu cuerpo –extendida y desnuda-

continental, frondosa,

auroral al mediodía;

Miraba tu espalda -tus pies desnudos

encendidos-

iluminando mi silencio;

Las sombras humilladas –como nunca-

avanzaban de puntillas

por el costado más disperso

del crepúsculo lleno de tus luces…!!

 

¡Tú, viva y reluciente!

¡brillando en todo mi silencio desplegado

y suplicante!

¡Yo, enfebrecido y mudo!

Con mis ojos agrandados

-como fosas de muerto-

en la medida exacta de tus senos

y tu descarriada cabellera;

 

Estás aquí ahora -humeando sin piedad-

en toda la humedad de mis ojos,

con todas tus hojas desnudas,

desprendidas por el deseo.

Estas aquí siempre -con el peso de tus labios-

encendiendo una vida

que la muerte deja caer en el olvido.

 

Estas aquí ahora -como el aire-

Y amor es la angurria en que me pierdo

-Hasta el final del día-

y que bebo desesperado

con inacabable sed

de animal salvajemente derribado.

Amor es el veneno que trago con codicia,

mientras hebran sus martirios en mi sangre

-a media luz y a media sombra-

los desesperados suspiros

de mi soledad.