Mi condena es escribirte todos los días, para a si enamorarme todos los días de ti y nunca olvidarme de ti Nadia.
Esta condena es de por vida, estoy condenado a pensarte cada noche, a cantarte sin que me escuches, a escribirte sin que me leas, esa es mi condena y la acepte.
Mi condena es amarte en silencio, es escribirte con pasión, es dejar el alma en cada poema por ti, esta condena es gozar al soñarte, es ilusionarme al despertar y que tú no estés, esa es mi condena.
Pero sabes es la condena mas hermosa, la que disfruto mas, por que nadie me puede quitar esta satisfacción de escribirte todos los días, de soñarte de ilusionarme contigo, nadie me puede quitar esta esperanza de verte de nuevo Nadia.
Tú eres mi condena mas bonita, la que yo disfruto.
Nadia eres mi condena mas hermosa...