Siento tú toque por horas, incluso cuando ya te has ido.
¿Es el sol o es la luna lo que te tiene dormido?
Desapareces a primera hora, como un espejismo, pero justo antes del amanecer, ya habrás desaparecido.
Me arrebatas el alma con cada despedida, desearía tenerte conmigo, aunque sea una cruel mentira.
Tal vez le tiene miedo a la luz, o anhela un olvido, uno que lo haga descansar y escapar de este martirio.
Es lo mismo cada vez, dirá sus últimas palabras, y se marchará.
Te pido que te quedes está vez, pero sólo me das la espalda y desapareces
¿Qué debo hacer con el tormento que hay en mi corazón?, cada vez que te vas, te llevas algo mío.
Si tan sólo te quedaras para siempre, realmente no habría conflicto, te entregaría cada parte de mi corazón, aunque eso signifique mi misma destrucción.
-Mel