Y ahora que la vida te golpea con descaro,
Ahora que discurre irrefrenable entre los dedos de tus manos.
Corre esa cortina que has tejido con desdicha y con rechazo,
Oculta bien eso que sientes,
Que no se note el miedo y la tristeza que te aborda,
Evita que vislumbre la verdad del vacío de tu alma.
Hazlo!,
Mírate por dentro y finge,
Finge ser otra persona,
Esa que todo lo puede,
Esa que no se detiene y no se rinde por nada,
Esa vencedora victoriosa de alma desalmada y lastimosa.
Exhíbela en desdicha y temerosa,
Obtén tu obsequio de atención,
Aunque sea a toda costa,
Sin pensar en nadie,
Sin creer en nada.
Fragua a fuego tus recuerdos,
Fórjalos en la coraza,
La que te hace fuerte hoy,
Y que te hará débil mañana.
De nuevo,
Mentiras con palabras sinceras,
Aun sabiendo que construyes,
Realidad en un espejismo,
De apariencia verdadera.
Hay indicios que aparentan,
Invenciones de tu mente,
La realidad que únicamente,
Solo tus ojos lo observan.
Desnúdate ante ti,
Muéstrate cómo te sientes,
Sin tapujos, sin mentiras.
Mira desde ojos ajenos tu reflejo,
Observa en realidad quién eres.
Siente el sabor del trago amargo,
Del que acepta,
Del que asume y se avergüenza.
Que por fin beba tu alma,
Siempre cubierta de agua,
Pero se siente sedienta.
Esta es solo la verdad,
Esa verdad tan subjetiva,
De unos ojos que te observan,
De una consciencia que te mira,
O del concepto que te aterra.