Elizabeth Maldonado Manzanero

Canela

Can libre, tierno y con extraños duro y fiero,

si de cuidarme se trata eres siempre el primero,

saludas con tus dos patas en abrazo eterno

como poder en unos versos describirte por entero

 

Ojalá que, al abrir tus ojos tristes de cada aurora,

 mi amor alance a nutrirte es lo que el alma implora,

que los años que la vida nos permita compartirnos

sean felicidad para ti como para mi, tus eternos brincos.

 

Ojalá que este cariño menguante logre colorear

la ternura y la llama de tu corazón y de tu ladrar.

¡Oh anhelo! Mi ferviente anhelo es solo lograr

la magia de a tu lado estar, eso sería ¡Espectacular!