Impulso de mi compromiso,
que alguna vez, acaso, pude encontrarte al paso,
penitente pobre y austero,
con tus estigmas, que son un designio divino...
Escúchame por favor, Padre Pío.
Soy como un vaso, que no ha sabido colmarse en lo puro,
de la vanidad y la soberbia su monstruo,
fui amante y luego verdugo...la mentira y su látigo...
Lléname de un paisaje nuevo,
gran Intercesor, de la clemencia divina que imploro.
Déjame ser hoy tu testimonio,
el arrepentido que lleva tu manto en el hombro...
Gracias Padre Pío por tu consejo.
A este poeta visionario, que ha visto tu oferta en cada mano,
de ser virtuoso en el sacro matrimonio,
para convivir a Dios amando, y en su Luz viviendo...
Comentario de Autor: Santo Padre Pío, confesor y mediador, ruega por favor por mi alma, ante Dios Todopoderoso, y por todas las personas que tengan a bien, leer este poema con fervor cristiano, el cual nos sirva de oración y de compromiso, para que redunde en el bien de nuestras almas.
Una de las frases de Pío: \"¡Cuánta ceguera! a veces somos como los discípulos de Emaus, Cristo pasa a nuestro lado y no le reconocemos\"