Jugando con algarabía feliz de niña, estuve,
los cuentos de vida de mi abuela me intrigaban, allí,
mar, médanos y montañas, mi aventura eterna, estuve,
embelesada en las nubes haciendo figuras, allí.
Feliz crecí apresurada conociendo el mundo, estuve,
suprimí gente que se mostraba como no era, allí,
ingenua siempre albergando ensueños peregrinos, estuve,
la frustración a veces desprendía gemidos, allí.
Sembrando amor a lo más cercano de mi vida, estuve,
lo que más llegué a adorar me arropó con ternura, allí,
desvelos y desasosiegos mis años dando, estuve,
infundiendo valentía, dichas y esperanzas, allí.
Divisando la ausencia mustia de mi existencia, estuve,
a distintos meridianos viajaron y habitaron, allí,
silente cautiva esperando ese reencuentro, estuve,
por fin anhelante un día reluciente llegué, allí.
Canturreando con mi risa a mi nieto bello, estuve,
abrazando su alma de encanto nuevecita, allí,
el tiempo esperado disfrutando como candil, estuve,
afligida lloraba la partida espinosa, allí.
Colmada de latidos íntimos de corazón, estuve,
multitud de sentimientos dulces musitaban, allí.
cautiva de deseos y embriaguez de soledad, estuve,
promesas de poeta me siguen consumiendo, allí..
¡ VIDA DOS PALABRAS ¡
Lale Neda