Qué peligro peligroso,
juvenil, conservador,
sin locuras, sin amor,
que me llega de repente
cuando me cuesta encontrar
las cosas que voy dejando
con pedazos de mi piel
en este largo camino
que tengo que transitar
sin poder determinar
cuando el correr de mis días
lastimen hasta sangrar
al través de mis heridas
que empujan sin esperar
a que resuelva problemas
en el medio del desierto
donde cosas que me pasan
no parecen andar mal.