En el silencio
sólo el viento me escucha
y forma arreboles
de creencias
y subyuga mi capital
de desdicha.
Soy transformado
por la acción benigna
de un pájaro y un espejo
en los que me ausento,
mi voz primero.
Soy lastimado
por un augurio determinado
donde el protagonista
no soy yo.
Aquietaré los árboles
su sucia lluvia indefinida
donde practico
mis exiguos bálsamos
y en el espejo me escucho
y sé de qué hablo.
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