El misterio de la trascendencia, del inmediato indefinido de tiempo
más allá del cuerpo y quizá sobrepasando el alma.
Ese impulso mágico que nos acerca a la idea de Dios
o a nuestra ignorancia de certezas explicativas.
Por qué hoy
tras haber vivido tanto
busco la verdad de las cosas simples
esas, que me acompañaron
sin yo saberlo
mientras
esperaba las maravillas
que hicieran extraordinaria mi historia.
La simpleza de una brisa
el color de esa flor silvestre
que nadie tomaría por su belleza.
Esa caricia sin otro sentido
que estar con el otro.
El reclamar el amor
sin urgencia
en la penumbra del anochecer.