El espacio que me rodea, radia,
se tiñe de rojo escarlata
y levita mi existencia etérea
hacia la dimensión congénita.
Fuerza de la gravedad, no existe,
ni tiempo ni dimensión, fugitivo,
movimiento de luz tenue, triste,
sin memoria, tenaz vegetativo.
Tormenta geomagnética abrasa mi ser,
no hay nada en donde ocultarme
solo puedo gritar, deseo salvarme,
sin cuerpos alrededor, solitario.
El halo resplandor efímero, tenso,
me desplaza sin rumbo y, algo,
me succiona, me alarga, pienso,
y siento el incorpóreo, y salgo
¡Mezquindad de amor sideral!