Hete aquí que de pronto
los cielos se abrieron,
la lluvia paró, las nubes se fueron
y sobre los montes
que se ven de lejos
un gran arcoiris
colores brindó.
Hete aquí que me olvido
del tiempo con lluvia,
del tiempo con luz,
viviendo el ahora,
con lluvia o con sol.
Hete aquí que no quiero
volver a llorar, prefiero correr
con viento detrás
que empuje mis velas
por siempre jamás.