Tus lluviosos cabellos se extrañan.
Tanto que hicimos,
lo mucho que nos prometimos hacer,
se extraña.
Llegaste a ponerle nombre
a mis fantasmas de vida
y muerte,
a mi desorden, a mi cama,
la misma cama que me sostuvo llorándote.
Los segundos parecen horas eternas ante mi inquietud,
¿el porvenir? ya no sé dónde se esconde,
¿dónde está mi sol imitando tu luz?
El cielo demuestra su descontento:
hace ruidos agresivos,
yo huyo;
me dice que ya no ponga más pretextos,
que salga de tu amor,
que salga de tu amor
de sueños y fantasías.
Que me aleje de tus brazos
que jamás me abrazaron,
que me olvide del sabor de tus labios
que nunca besé; de lo húmedo y fino de tu cabello
que nunca toqué.
El cigarro ya no me tranquiliza
ni calma mi pierna rebotando en si misma,
mi cama me abraza casi todo el día
y mi apetito ha disminuido.
Me estoy muriendo por ti.
No de amor, pero sí por dentro.
Me estoy matando, no muriendo.
Mis ojos están cansados,
tu recuerdo es un mar
que me lleva a nuestra isla,
y te miro,
y entiendo que eres tan jodidamente perfecta
que era imposible tenerte.
Daría lo que fuera por entenderte,
por ir corriendo a buscarte,
pero no soportaría otro desprecio más,
ni uno más.
Anda, pasa con él en frente mío,
dime que me joda,
dime a la cara que sólo fui una fase,
que sólo fui el \"tiempo\" que se dieron.
Haz algo para que dé el siguiente paso
y entienda que ya no serás,
que solo fuimos, en pasado.
Dime que jamás quisiste un futuro conmigo, anda,
dime que sólo te recordaré
y ya no hay más.
Haz lo que tengas que hacer
para ayudarme a dejarte de querer o
si quieres que te siga queriendo,
sólo vuelve.
No hay imposibles en el mundo
y menos lo es el vivir sin ti,
pero vaya que no es lo mismo
continuar la vida solo
que compartir mi vida contigo...
entregarme por completo.
Hazme más trizas,
las necesito
porque soporto aún más.
Se fuerte y cruel.
Sólo así querré dejar de ser cobarde.
Y sólo así,
quizás así,
pueda mirarte sin odio
y agradecerte
por haberme hecho tanto daño.