Miguel Angel Garrido

EL PASAJERO DE LA NOSTROMO

«Sobre este mar de piel acantilada».

Carlos Barral

 

Espacio lleno de noche fría, horror

y muerte. Nave que cruza callada

el cielo, cables como trenzas,

ruinas

en un abismo, vida para nada.

Se pierden las estrellas del retorno

anhelado. Sólo quedan sombras, llanto,

en un paraiso inútil, ya perdido.

La luz insomne ha muerto, su memoria

no tiene oficio en el otoño. Caen

los años sin medida,

como heridas

impronunciables. Restos de un naufragio.

 

La lumbre de los mitos hecha ansia,

historia del pasado más oscuro.

Salvaje fiesta de las sensaciones

bebiendo en una copa de cristal.

Lugar extraño que deseo y que nunca

tendré,

distante por siempre del mundo,

como los cines en viejas ciudades

donde el invierno dura demasiado.

 

Ahora, todo es el tránsito apacible

a la verdad de un futuro en penumbra.

Porque vivir es el sueño doméstico

que siempre gusta recordar, la patria

de mi ansiedad,

borrosa certeza

sobre este mar de piel acantilada.