Nos miramos a los ojos,
como niños de inocentes sueños
y tu mano roza mi rostro
y la ilusión fue tan intensa, fugaz
que se convirtió en realidad
Nuestros ojos descubrieron las almas
Y las almas se dieron un beso
Surgiendo encantos tan ciertos
Que los corazones mudaron a libélulas
Volando sobre una flor bajo el cielo
Nos miramos, el tiempo se detuvo en los rostros
Nuestro aliento se elevó a los deseos
Bautizando los anhelos, con pétalos y ensueño
Yo te mire a los ojos y tú redimiste al ciego
Nuestros ojos vencieron los miedos
Silenciando el sollozo del tiempo
Mirando a la nube y al cielo
Nuestras almas son libertad en pleno vuelo
Nos miramos, nos amamos
La caricia aun sin llegar,
Mudó a pasión y delirio
El vientre aún sin desnudar,
Transmuto a manantial cristalino
Nos miramos,
Nuestros ojos, no necesitaron nada más
Para amar, amar, y aprender a volar