De repente desperté
había pasado ya más de la mitad de mi vida.
¡Que horror!,
no me había dado cuenta de ello.
Pensé que todo seguía igual
como cuando era niño;
cándido a veces
canijo otras,
imberbe siempre.
Quizás me vuelva a dormir…
¡Que horror!
Lisemelino