Ruge en viento del Noreste y veo en el cielo
De la noche que cobija tus faz y tu sueños
Eres luna bella y nueva que no esta sola
te acompaña el rico firmamento de estrellas.
Vas segura y distinguida, altiva y pretenciosa
Claro así debía de ser, pues te vuelves mujer
En la nítida presencia de mis sabanas de seda
En que retoza tu luz y en que retoza tu risa.
Seductora de mis manos y de mis sonrojos,
Te adsorben poco a poco cual agua clara
Cada uno de mis sedientos y ansiosos poros
Y rendido caigo a tus pies Diosa de Plata.
Y baña mi dicha el embrujo fino de tu piel
Cuando la humedad oquedad de tu regazo
Hace presa de mi fuerza en ti desplegada
En cada vuelo de mi fe en que me atrapas.
Trato de escapar alzando tarde mis alas
Y la luz de tu alma se mete en mi vida
Y los rayos de tus ojos hechizan mi andar
Y vuelve a arrullarme tu voz sin prisa.
Y me siento querido entre tus miradas
Y me vuelvo solo plumas en tus aires
Y me quemo en el fuego de tus roces
Y se vuelven mis caricias tus esclavas
Y me siento renacer al pasar tus murallas
Ahí donde se protege este amor de amantes
Ahídonde se engrandece mis besos ardientes
Y donde se encienden y apagan nuestras ganas.
Luna que amas y caminas en mis reales sueños
Esos que de Octubre manan como fuegos
Entre las palabras inmortales de mis ruegos
Que se guardan en el rincón de tus deseos