En un corazón partido no hay mayor dolor, para ella, no hay sol ni día sereno, sin resplandor, la soledad la consume, buscando desaparecer,
anhela volar hacia las estrellas, en silencio, una lucha surge en su ser,
cuando sus sentimientos se desvanecen, queda el vacío,
estar viva es una tortura, anhela ser liberada, cual esclava en cautiverio,
si la sombra de los recuerdos felices volviera a su lado,
el llanto sería compañero, en la noche en que el alma sea liberado.
quizás entonces, al abrazo de la muerte, encuentre descanso, y
pueda alzar vuelo hacia las nubes grises que ocultan la luna en su danza,
para finalmente, reposar donde la sonrisa se perdió, en un anhelado descanso, lejos del tormento, en paz y sin añoranza.