REGANDO LOS OIDOS
Cuántas veces te habrán dicho que calles
aun sabiendo que largas sin falacias
son exiguos los gestos de tus gracias
es mejor el silencio a que tú explayes.
El que escucha, no olvida los detalles
al llenar sus orejas, tú las sacias
sin temor a tus letras ya tan lacias
oyendo lo que quieren que tu acalles
Pues ya ves, que regando sus oídos
has ganado un amigo para rato
que ironía el pensar de esta manera.
Solo se, que son muchos los olvidos
el honor y razón so mentecato
son pactos que el hidalgo no vulnera.