Por qué no preguntarse
si Diós se parece a nosotros
no solo morfológicamente…
sino también en su racionalidad.
Por qué, ante la desgracia
llevamos a Dios, a la flaqueza de la ira
o en casos extremos
a la voluntad del capricho.
¿Por qué Dios, es un hombre?
qué necesidad hubo y habrá
de tener ese alter ego
espejado de nosotros mismos.
¿No sería mejor, asumir la responsabilidad
y ser mejores
en esa solitaria circunstancia
en que nos encontramos?.
Somos hijos de Dios
y como todo en la naturaleza
hay un punto en que tendremos
que ser huerfanos de ese padre
honrando su memoria y asumiendo el rol.
¿Podremos ser Dios?