-“Agárrate Catalina…!”
No sé si el observador
suspira
mira
o admira
la ascensión de la trapecista,
rutinas aeróbicas a metros de la pista
donde la gélida Muerte no tan oculta camina.
-“Agárrate, Catalina!”
Oran las mozas,
las viejas
y sus amigas…
Geometrías en las alturas
por la pequeña y acróbata Cata
guiñando muy feliz el ojo a la Parca,
hierática con azabache paciencia de milenios
que aquella noche en el circo de nuevo ganará.
De Catalina la postrera audaz pirueta final
y Moira adusta recibe el joven trofeo terminal.