Faeton

La eternidad en un suspiro

Muere el aliento en la eternidad de un suspiro
cuando el pecho se deshabita de esperanza
y al corazón le crecen espinas en cada latido.

 

Puedo ver el dolor del mundo
centelleando con una luz maligna
en la cuenca de tus ojos,
de esos ojos que graznan como grajos
tejiendo en la noche su negro plumaje.

 

El futuro es un cruce de caminos
donde dar sepultura a la Muerte
para que no regrese con las encías ensangrentadas,
como un vampiro que clama venganza
por la estaca clavada
en su cuerpo inerte.

 

Cuando la galerna escupe naufragios de tristeza,
el sueño se nos presenta como único refugio,
pues en los sueños todo es posible,
incluso volar con alas prestadas.

 

Pero al volar me mantendré lejos del Sol,
porque el Sol ya no calienta;
abrasa,
derrite la cera y te quema el alma,
gota a gota,
lacrándote el pecho
y encerrando tu corazón en un sobre
sin remite.

 

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.