No me pidan ser de nuevo,
Portador de malas nuevas,
Lo que te voy a contar,
No es pa\'que te conmuevas.
Sabés?, me ha partido el alma,
El saber de su partida,
Más me consuela saber,
Qué con Dios está allá arriba.
Pero aún traigo muy presente,
De sus rostros la expresión,
Al escuchar la noticia,
Les partía yo el corazón.
Yo que procuro y me esfuerzo,
Por evitarles dolor,
Ahora soy el mensajero,
¡Dame fuerzas mi Señor!
Aún sueño el ver reflejado,
Ese rictus de dolor,
Que se dibujó en sus rostros,
¡No Dios!, Fué su clamor.
Y cada día al ver su pena,
Parece una muerte lenta,
¡Dios mio, dales de Tú paz,
Quita el dolor que atormenta!
Yo tengo mi fé puesta en Tí
Predico de tus buenas nuevas,
Desde que perdí a mi madre,
Eres Tú quién me consuelas!
La muerte no es el final
Y yo espero ver Tú rostro,
Por eso sólo ante Tí,
Yo y todas mis penas postro.
Ayúdame a consolarlos
Y aumentáles su fé,
Qué vivamos para Tí
O por Tí morir de pie!