De niño pensé como niño,
soñando también ser adulto;
y con mi pensamiento oculto,
de niño pensé como niño.
Teniendo mi rostro lampiño
y con mi cavilar estulto
de niño pensé como niño
soñando también ser adulto.
Aquel tiempo fue transcurriendo
de niño hasta la adolescencia;
pero con cuánta iridiscencia,
aquel tiempo fue transcurriendo.
Así, poco a poco y creciendo,
hubo paz, también turbulencia,
aquel tiempo fue transcurriendo
de niño hasta la adolescencia.
Esa etapa tan añorada
que siempre está en mis pensamientos
porque me dio bellos momentos
esa etapa tan añorada.
Voló como ave enamorada
empujada por fuertes vientos
esa etapa tan añorada
que siempre está en mis pensamientos.
Me invaden siempre los recuerdos
añorando mis mocedades
que con mis muchas tempestades
me invaden siempre los recuerdos.
Y con mis pasos hoy más lerdos
ya no presumo vanidades
me invaden siempre los recuerdos
añorando mis mocedades.
Acercándose va el ocaso
a mi vida languidecida;
¡Oh dulce vida, bien vivida,
acercándose va el ocaso!
Pero nunca tuve un fracaso
que hiciera fracasar mi vida
acercándose va el ocaso
a mi vida languidecida.
Finalmente diré: ¡Qué suerte,
haber vivido… lo vivido;
haber querido, lo querido!
Finalmente diré: ¡Qué suerte!
Y si apareciera la muerte
no me moriré arrepentido
finalmente diré: ¡Qué suerte
haber vivido… lo vivido!