DOS ESTUDIANTES
El estudiante actual piensa, normalmente, en una nota,
en antaño ese muchacho debía adquirir conocimientos,
entendía que una evaluación perdida no era su derrota,
porque en el futuro le evitaría múltiples sufrimientos.
El maestro era escuchado por el estudiante, en ese pasado,
el joven actual tiene que ser escuchado por ese profesor,
y posee, en todo momento, la razón aún se vuelva pesado,
su acudiente es en cada instate, su incondicional defensor.
En aquella época, en Colombia, había que estudiar,
para ganar el año se necesitaba un fuerte esfuerzo,
ahora, ese gran estudiante, viene al colegio a fastidiar,
sabe que será promovido con un minúsculo refuerzo.
Hoy sin culminar bachillerato le otorgan un doctorado,
cero esfuerzos le han costado, siempre ha sido promovido,
el antiguo alumno al pasar quinto primaria quedó perforado,
pero su gigantesca hazaña no ha quedado en triste olvido.
El joven actual tiene sus conocimientos en la computadora,
aquel del ayer en su microscópico cerebro lo recopilaba,
su madre estaba en casa y era también una formadora,
vivía extremadamente feliz porque ninguno lo depilaba
El antiguo ingeniero muy poco requería del doctorado,
su profesionalismo irradiaba una enorme personalidad,
el actual ilustre doctor teme, a menudo, verse comparado,
porque requiere, en muchas ocasiones, una mayor virilidad.
Jaime Muñoz, mayo 29 de 2019