1) Un patio interno y comunitario,
donde tu hijo pueda jugar tranquilo,
una sensación como de antiguo,
de pequeño y antiguo barrio.
2) Un amigo culto e ilustrado,
llena tanto el gratis conocimiento,
el sendero sencillo e iluminado,
uno no siente tanta sensación de vacío.
3) Un buen libro y ordenado libro histórico,
que consiga llevarte a ese escenario,
más rico si conoces el período ya un poco,
yo en el período romano me muero.
4) Tomar un café el sábado,
en una terraza con el periódico,
con el viejo pergamino y con el viento,
de la primavera y el otoño.
5) En la búsqueda de lo recóndito y lo anodino,
lo superfluo y lo etéreo,
lo magistralmente bello y equilibrado,
y lo superficial y tristemente falso y diluido.
6) Saber que no eres un maldito huérfano,
a mí, siempre mi familia me ha protegido,
la de nacimiento y la actual voluntaria,
y agradecer hasta el cosmos ese privilegio.
7) El turismo sencillo, escueto, barato,
caminando despacio por sitios recónditos,
el sentir el espíritu de ese sitio,
y valorar la diversidad, la varianza y lo auténtico.
8) El buen tiempo, el sol hispano,
cálido y seco en Verano,
agradecido y complaciente en Otoño,
que permite la comunión con el espacio.🤔