Fui al lugar que me encomendó la bruja, maldije el cielo, le imploré al infierno que me regresara tu cuerpo para cerrar en mi corazón ese agujero.
Vil y asfixiante dolor me ha derrumbado al frío suelo y a pesar del embrujo, aluciné sobre mi pecho tu pelo
Es cierto, el universo no teme avanzar, soy yo el terco incapaz de lo nuestro por fin olvidar, encaprichado con la esperanza de en otra piel volverte a encontrar