Sí, vienes tan callada que te presentía
Como si mi pensamiento te acariciara
Igual que llega el viento en la arboleda
Desnudando sus ramas, besando las nubes
Sí, llegas como escuchando al silencio
Como adivinando voces en mi pensamiento
Quizá sean nuestras mismas voces
Las que proclaman anhelos,
las mismas que yo oigo, cuando llegas ligera
Cuando apeteces rocíos e inflamas primaveras
Deambulando callada en suspiros silentes
Como sombra que besa, acaricia y penetra
El entretejido del alma, donde había tristeza
Estás aquí, con palabras agudas que evocan suspiros
Que adormecen y despiertan, que estrangulan y aprietan
Estrujando latidos con tu voz en mi oído
Oprimiendo las entrañas con tus labios en los míos
Sí, vienes sigilosa a sentarte a mi lado
Sin recuerdos ni historia,
Sin preguntar por qué ahora
Vienes sin llanto, iluminando el deseo
Presagiando la entrega
Resucitando cual aurora