Monólogos constantes de lo que sientes
con tu yo vigoroso inquieto y alegre
se detuvo hace mucho tiempo
podando tu ser inconcluso,
no has amado de nuevo
se alarga la acidez sin compañero,
exprimes los momentos
pero salen solo jugos secos,
tienes sed de alegrías, de gozo,
tu boca herida está estancada
tu cuerpo abandonado temblando
sin atreverse a buscar otro torbellino
sin atreverse… sin atreverse.
Tus anhelos no se despegan de tu piel,
están clavados en un claustro,
pero estas aquí, recuerda
que sí existes, que no estás perdida
que debes zarpar a encontrarlos,
perseguirlos y no desampararlos,
debes desafiar las cadenas y las marañas,
desterrar para siempre lo que duele
y sentenciar los hilos desiertos aferrados
que destilan yunques de imposiciones
esos anhelos, te resistes a buscarlos
te resistes…te resistes
Encubres para no mortificarte
el designio estático que te rodea
está en el vértice a ver si parte
por cualquier hueco o rendija,
si se atreve a dejar el juramento
que hirvió entre sus manos
y cada día se vuelve más amargo,
a veces recobras el aliento, pero,
es inevitable no sentir angustia
ante lo incierto, lo desconocido
es una sombra que te ancla,
te ahoga y te acorrala
acorrala….acorrala.
¡ HUYE ¡
Lale Neda