Es que nunca encontré una mirada tan perfecta, al ritmo que danzan sus labios al sonreír...
Nunca me he sido tan felíz como cuando una noche en mis sábanas lo tuve frente a mi...
Como explicar ese momento, cuando a punto de partir, me regala un hondo suspiro para con su aire, dejarme ir...
¿Qué decir de su piel? Para mi es la miel que esperaba en la tierra prometida...
Y si él me acaricia, para mi vida es la delicia que a mi cuerpo envicia...
Y cuando habla, con sus gestos de niño me hipnotiza...me seduce, me paraliza...
Él no lo sabe, pero me enamora, y su existir es antídoto que preciso a toda hora...
Su ternura y delicadeza, hace que pierda la cabeza...
Más en toda mi tormenta, con su suavidad...ha traído la calma que mi alma anhela...
Estar en tu pecho es mi sueño hecho realidad,
Dormir en tus brazos es mi paz...
Te necesito y, sin dudar, te elegiría mil veces más...
Solo dejame estar todo el tiempo posible, haré hasta lo imposible para que te quieras quedar...
Perdona que sea tan frontal, no lo puedo evitar, es mi alma quien te escribe, con esta brutal e incomprensible forma de amar...