Nunca me habría imaginado que un corazón herido podría reproducirle la odisea que le fragmento el alma a un maltrecho sentimiento de amor, marcando con destreza cada palabra, cada sentir, cada desdén y tatuando sobre las cicatrices más profundas una mirada de desdén que desangra poco a poco y que lacera lentamente sin importar que pueda pasar.
Imaginarias que estar afligido y solo te mostraría como reparar las heridas del alma, pero nunca sospeche que también podría convertir en un magistral verdugo como el que te mostró como es la vida. Solo por dejar a un mal herido hundirse hasta la muerte con el consuelo de escuchar el susurro de su salvación, las palabras que solo lo liquidarán \"no es mi problema, me es indiferente\".