Hace poco mencionaste los filtros,
De una manera cómica y singular,
Y ése es uno de los mejores qué usas,
Qué eres tú sin buscar ser popular.
Con o sin filtro tú belleza es sin igual,
Pues sin formas voluptuosas tu logras enamorar,
Con sólo mirar tús ojos prendido queda uno de ti,
Y lo dulce de tús labios ya deliria por probar,
El hombre que te pretenda,
Tal cuál te debe apreciar,
Y si en algo tiene dudas,
Me puede a mí preguntar.
Pues de los pies a cabeza,
Todo es belleza en ti,
Y lo es más la interior,
Desde qué Cristo está ahi.
Quién te admira por completo,
Quién llegó a sentir amor,
Quién entendió que para otro,
Te prepará aún Él Señor.
Así que usemos los filtros,
Mas no los qué quiere el mundo,
El filtro de Su palabra,
De paz y de amor profundo.