Elizabeth Chacon Stevens

EL MAÍZ DE MI TIERRA DE CONTUMAZÁ

 

EL MAÍZ DE MI TIERRA DE CONTUMAZÁ

Rosa Elizabeth Chacón León/Elizabeth Chacon Stevens.

Contumazá, “Nido de Cóndores,” Perú.

Miami, “Tierra Primaveral,” U.S.A.

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Nuestra vida es la siembra nuestra esperanza, ser sembradores y producir nuestros propios alimentos. Nuestra relación con la siembra de maíz es una tarea minuciosa y detallada, crea vida a diario y, para ello, ponemos atención a ciertos ciclos de vida que le dan orden a nuestra vida y le dan gran sentido de responsabilidad a nuestro ser porque en el cultivo seguimos los hilos dorados del sol durante todo el año para hacer un verdadero tejido de estaciones matizadas, de climas y de humedad.

 

Somos campesinos y la ciudad nos mira con lupa por ser diferentes y porque resistimos imposiciones y vemos claramente los ataques de rasgos culturales y el maíz es un gran rasgo cultural que se percibe, se tolera, pero vivimos en cambios multiculturales y los cambios culturales traen modernización. Sin embargo, valga mencionar que nuestro pasado no se puede guardar en una sepultura, en un museo sí, porque hay que entender que nuestra vida sin maíz, sin siembra sin cultivo, no es vida ni da de comer a los seres humanos ni a los animales.

 

El maíz es un tejido intrínseco matizado de grandes generaciones que se van ovillando y tejiendo con las relaciones de vida. Lo conservamos en graneros para luego seguir sembrando y cuando sea necesario. El maíz es versátil y nos llena de esperanzas porque rinde mucho a partir de unas cuantas semillitas y se adapta y es nutritivo.

 

Como hija de Contumazá, enaltezco la capacidad de trabajo y conocimientos del agricultor contumacino, quién sostiene sus prácticas productivas, tradiciones, costumbres y creencias dentro del núcleo familiar, con sus ritos, su alimentación, su expresión y formas de cultivo, labranza y cosecha; al finalizar el barbecho, la deshierba es el primer beneficio. También, tenemos nuestros bailes folclóricos y música; es allí donde nace el yaraví que se profundiza en nuestra alma por efecto del dolor cuando hay sequías.

 

Nuestra madre tierra de Contumazá cuenta con extensos campos de cultivo del maíz en distintos terrenos y climas y se cultiva en tierras escarpadas, en planicies, en cañadas, en terrenos fértiles o pedregosos. Nuestro maíz tiene diferentes sabores y gran textura: blandos, duros o harinosos; tiene diversa tonalidad: desde claros hasta los más oscuros: blancos, rojos, amarillos, azules, negros, pintos, morados, con mazorcas pequeñas o grandes, con granos dientones o finitos, con caña gruesa o delgada. Con las hojas, raíces y mazorcas tiernas y barbas o cabellos finos del maíz hacemos una infusión de té para el emoliente diurético que se utiliza para disolver cálculos renales. Como ven, el maíz tiene muchos usos además de ser nutritivo.

 

Contumazá tiene una riqueza típica andina en el maíz y de gran potencial en nuestra gastronomía. Cada grano de maíz nos sirve para pulverizarlo en molinos para obtener un sabroso pan de harina de maíz, para hacer el suculento y dulce sanguito, un postre hecho con esta harina. El maíz blanco, grande, duro y harinoso, suave al tacto, lo usamos para el mote, hervidos en agua y servido en platos de seviche, en el rico caldo de mondongo o patasca. El maíz amarillo y pintos sus granos son tostados para la deliciosa cancha como substitutos del pan y como refrigerios porque sus granos de terciopelo son dulces y harinosos. Para las harinas de los tamales y sopas, los granos se muelen húmedos después de lavarlos, al ser cocidos en agua y cal para ablandar la cascarilla. Las humitas se hacen con maíz fresco, al igual que el pepián. Se hacen pasteles de maíz y mazamorras, como la mazamorra morada al hacer uso del maíz morado y combinado con el arroz zambito que es un deleite para el paladar. El maíz se usa para la chicha morada, que es un delicioso refresco, con mazorcas hervidas con especias y azúcar. Tenemos el maíz marrón o rojo que usamos para hacer la chicha de jora, con granos fermentados y azucarados. Nuestro maíz amarillo o morocho contumacino es también usado para confites y palomitas de maíz. Los maicillos dulces y blancos le dan mucha prestancia a nuestra tierra andina contumacina al usar el choclo hervido con queso.

 

Quiero recalcar que Contumazá no puede sucumbir ante el mundo pujante con la modernización simplemente porque somos campesinos, por ello, debemos cuidar nuestro territorio, sus bosques, el agua, los seres vivos y animales que habitan porque todos somos el corazón de la tierra, somos la identidad de nuestros pueblos, la riqueza del alma, la fortaleza que mantiene la tierra y la semilla viva. Soy contumacina y mi único propósito es promover y fomentar el cultivo de maíz y sus diferentes usos.

 

Gracias por leerme y espero les guste. Bendiciones a todos.

09/09/2021