Quizás tu voz ronca
sea el sonido que me tranquiliza
que me armonice la existencia
leerte plena bajo el sol de mediodía.
Quizás tu voz de alcohol bohemio
me allá contagiado
de espacio y tierra fértil
entre tus pestañas
que sucumbe la neblina
en este cielo gris
que con tu grito
abren los paraísos
entre copas y botellas consumidas.