Renunció a tus mentiras
a lo que finges ofrecer
a ese corazón frío
que entre otros hombres
busca florecer
Renunció a las sábanas
que me acobijaron un día
donde acababan las horas
y la luz del sol no salia
Renunció a tus migajas
a las fotos forzadas
tan falsas como tus cejas
y las caricias pasadas
Renunció a un cajón vacío
a volver sentir necesidad
de querer estar a tu lado
ya otro tendrá la oportunidad
de como yo haber renunciado