Hugo Emilio Ocanto

*** ¿ Solamente me quieres cuando estoy bien ? *** - Monólogo - - Autor e intérprete: Hugo Emilio Ocanto - - Grabado -

¿ Solamente me quieres cuando estoy bien?

 

Hola querida, disculpa, me he demorado

porque había tanta gente en la clínica,

que me atendió el médico

dos horas después de mi turno acordado.

¿Hago tiempo para darme una ducha?

No me la doy ahora, entonces.

¿Ya está el almuerzo?

No me contestes así...

Tienes razón, cómo no va a estar...

ya son las dos y media de la tarde.

Me lavo las manos y vuelvo.

No, en realidad no tengo

tanto apetito...

pero sí, algo comeré...

Te noto malhumorada,

¿ a qué se debe?

No puedo creer lo que me dices.

No llego de una fiesta.

He ido al médico y me he demorado,

ya te lo dije.

Es la primera vez que me dices eso.

Entonces, lo hubieses hecho.

Toda la vida me has esperado...

Lo que pasa es que hoy

ha sido un día muy especial.

Tuve que ir al médico sí o sí.

He estado cancelando

desde hace dos meses mi visita.

Por haber sido un irresponsable

de mi salud.

Recuerdo que me lo sugerías,

no lo hacía, pero ya está,

hoy lo he hecho.

No me recrimines...

pensé que lo primero que 

antes que nada,

era preguntarme qué me dijo el médico.

Pero te interesó más recalcarme

mi tardanza. No fue a propósito.

Estás nerviosa, y me estás

poniendo nervioso a mí también.

¡Este es uno de los motivos de mi enfermedad!

¡Tensiones, disgustos, discusiones, broncas...!

¡Y tengo mi columna hecha un desastre...!

Sé que no eres la culpable.

Pero al menos podrías darme

un poco más de tranquilidad.

¡Cálmate y me calmaré...!

Me ha recetado unas inyecciones antiinflamatorias,

dan más resultado que los comprimidos.

Voy a tener que pedir unos días

no laborables en la oficina.

Ya me ha extendido el certificado.

Estaré en casa. Y por unos días

no he de llegar tarde.

Así que de paso, tendrás

que tolerar mi presencia

durante varios días...

¡No estoy hablando macanas!

¡Tú eres la que me hace

decir palabras que no debo!

Nada te viene bien, nada te cae bien...

¿Qué debo hacer?

¿Encerrarme en casa todo el día

y no ir a trabajar?

¿O estar todo el día fuera

y no regresar a casa?

¡No me enloquezcas...!

¡Sí, ahora soy yo

el que está nervioso,

pero es gracias a tu mano...!

¡No me hagas alterar!

¿ O es que tienes urgencia

de que me operen

para estar todo el día atendiéndome...? ¡Atendiéndome...!

Estarás más tranquila

cuando no estoy en casa...

tienes la libertad de hacer

lo que te plazca.

¡Ya sé que no haces nada indecente...!

de eso estoy seguro,

pero a ti no hay pastito

que te venga bien...

si estoy, porque estoy,

si me voy, porque no estoy...

no vivimos del aire, y tengo que trabajar...

al menos puedes mirar novelitas baratas,

y jugar a las cartas con tus amigas...

No es un reproche,

solo es un comentario.

Hace muy poco tiempo

notaba en ti más dedicación,

más complacencia en todo,

ahora que no ando  bien de salud,

pareces cambiada, te noto cambiada...

¿Solamente me quieres cuando estoy bien?

Prometiste cuidarme cuando estuviese enfermo.

Amarme en la pobreza y en la riqueza...

Riqueza...¿ dónde está la riqueza?

La monetaria no existe.

Pero sí la del alma...

Deseo besarte, ¿quisieras hacerlo?

Entonces, hagámoslo...

en una de esas no necesito

llegar a la operación...

Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto - 11/03/2013)