Durante el otoño
las hojas tornan su color
y caen,
cada una a su ritmo,
generando cuadros
de verdes, amarillos,
rojos, marrones, ocres..,
entremezclados.
A veces resaltados por el sol
con fondo azul cielo,
otras pintados al fresco por la lluvia,
embrujados del enigma en la niebla
o animados por el aire en movimiento,
con una lluvia mágica,
multicolor,
que convierte, de la mano,
la amistad en amor.
Cuando me tomó la mano,
la emoción voló con alas
de las hojas que llovían
alegres desde las hayas,
celebrando que su baile
estaba uniendo dos almas.