Es vida amarga, de amores pasajeros
que en silencios ya preludian los temores;
cuando por llantos se pierden entre flores
con las llamas van quemando los senderos:
Esta vida, ya no es vida, en luz se me ha ido;
Siempre les he ganado y nunca he perdido.
A veces me pierdo entre grandes pinceles
y por selva yo me formo entre el ambiente;
esta vida ya se vuelca en el presente
y se evapora como arco por las mieles.
Esta, con bastón se venga de los crueles
mientras el sol menosprecia la alborada;
ya es probable haber perdido hasta la nada
que en consuelos aparezcan los claveles.
Como el anciano sin amor busco asilo,
como adulto me apodero en las cañadas;
como joven me he perdido en las miradas
que hasta creo ser un niño muy tranquilo:
Y las sombras como sombras son airadas
que en la vida hasta me nombran de pupilo.
Mas si pierdo la conciencia que me plasma,
que muera sin nacer... O viva un fantasma.
Samuel Dixon (nicaragüense)
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