Afanes imaginé
para un comienzo y un fin,
para adornar tu jardín
dos semillas te obsequié
Todo tiene un qué y por qué:
Una de roja pasión
con una ávida loción,
otra rosada ternura,
tersa de inocencia pura
para saber tu elección.
Seré así un hombre salvaje
o un amable caballero,
tu elección paciente espero
para frenar mi lenguaje
Para mostrar mi linaje...
¿Serás acaso golosa
o tal vez más primorosa
solicitando un cumplido?
y por esa duda pido,
que cultives una rosa.
Tus ojos pudieron ver
despistadas intensiones
leyendo sobre renglones
sonreíste al entender.
Destino puedes tejer
mirando a este Aladdín;
de una magia sin confín
lampara sonríe y brilla,
y escogiendo una semilla
la sembraste en tu jardín.
Han pasado algunos meses...
tu jardín tiene una rosa,
es esencia muy valiosa
que la soñé varias veces.
Se decoran tus reveses
en suspenso sin retrancas,
con mis emociones francas
te pedí sembrar amor...
mi sorpresa fue el color
¡tú sembraste rosas blancas!
¿Después que mucho pensaste?
¡Sembraste!
¿Amor se ve entre otras cosas?
¡En rosas!
¿Pintas de color las bancas?
¡Las blancas!
Con varias ansias francas
te pedí escoger vudú
alma hilada, pero tú...
¡Sembraste las rosas blancas!
En mi inquietud o arrogancia
pedí que un amor escojas
más no son tiernas ni rojas
escogiste otra fragancia
rosas blancas de distancia.
...s. ....l