Ya no pienso en suspiros, ahora solo dedico. Mi reminiscencias empírica pregona los sucesos en borradores mentales que sospecho, no ocurrieron. El trabajo noble que modelan por el auspicio, invocando no la morada sino zona blanca, borrando la existencia opaca, abundante nacimiento reluciente, pero sin un recogedor, ¿Qué será del presente y a dónde se albergará tanto átomo impío?. Nunca se cuestiono, pregunta que inundaba el aire más sin embargo no se percibía, tenía conciencia de que así como el sol saldrá mañana, nosotros estaríamos limpios, aunque agitados y paseados siempre terminaríamos juntos, pero las circunstancias tenían otros planes, la suciedad abarcaba rincón en cada espacio se almacenaba más y más el sórdido polvo. Ahora no tenemos espacio ni tiempo, laborando todo el día durante toda las semanas, intentando quitar la suciedad pero las circunstancias fueron victoriosas. Vencedores hubiésemos sido si tendríamos idea alguna sobre las malditas bolsas y un guía recogedor. Ahora la basura estaba en ella y en mis maderas y por ser sucios ya no somos pareja, ahora somos basura que se aleja, ella en un camión y yo para colgar las prendas.