Yo creía en la simple respuesta,
que atenta y sublime exhalaba en sus suspiros,
yo creía en la plausible melodía que las palabras
repetían en el ciclo del delirio.
Yo creía en la tenaz seguridad abrumadora,
que afirmaba su belleza en lo sencillo,
tan simple era estar seguro a su lado,
que olvidaba ser parte distinta de lo mismo.
Yo creía en lo frágil, protegido en la soberbia,
creía en tu miedos y en tu impresión desolada,
yo creía poder ser junto con vos aquella triste quimera,
de pensar sin arrebatos en lo que nunca se acaba.
Yo creía en la certeza de mirar hacia un costado,
de admirar sin sobresaltos y olvidar en pocas horas,
de sentir en un instante un balance irremediable,
de perder lo que se cree y vivir con lo que se añora.
No seremos aquello que al creer se retroalimenta,
de ilusiones fugaces y de convicciones profundas....