El poeta ilimitado
en las puertas de la creación
detiene el tiempo.
Emerge del perfume sangrante
vive en el arte inspirado
y el olor absoluto de la vida.
Intérprete de los dioses
raptado por musas
a una autodestrucción mística.
Por encima de la pasión
se detiene para voltear atrás
porque no quiere morir.
Pero ahí está la muerte
y ya nada queda
sólo el severo vacío
de un jardín de poetas.