Por la quema de los bosques
Arde el fuego, quemando sin piedad
aquello que se encuentra en el camino
y deja la ceniza en polvo fino
del árbol, que murió sin libertad.
De mano que no quiso ver su edad
matando injustamente al pobre pino
tragedia sin motivo, pronto vino
sabiendo que si pasa y es verdad.
Es donde la justicia es volitiva
marcada por castigo que perdona
pospone la condena en volición.
Es pena que termina muy lasciva
la culpa de papeles que amontona
no empotran al pirómano en prisión.