El feo sin Eurídice

Otro nuevo verano.

Otro nuevo verano

y de nuevo

la vieja tristeza

que el elma constela.

Remedio engañoso

que , seductor, ofrece

reparador descanso

cuando del sol los rayos

testigos son aún

de un joven día.

Huye el alma en vano,

temiendo del estío

los rigores,

como ya huyó en vano

del frío de un invierno

que en su centro

se alberga.