Falta poco según calendario de parte del Dios creador que todo se vista de alegría e inicie con fuerza su verdor.
De semilla plantada en tierra, escondida en sus entrañas esta latente, las flores en su especie natural vuelven a renacer en un jardín viviente.
Dormidos en un pausado letargo, necesario y sobre todo esencial, los frutales comienzan a crecer con sus flores de color primordial.
Plantas, arbustos y frutales comienzan un nuevo ciclo, obedientes a la que Dios ordeno y por el planeta fuera extendido.
Una nueva primavera marca los años que suavemente pasa por la vida, algo nunca pensado pero esta, dándonos permanentemente mucha alegría.
Robi