1971--------24 de setiembre--------2021
Es el Tiempo cronicario, líder atleta sin fatigas,
impar portador de dos curtidos lazos infalibles
que uno atrapa mejor las variables de cercanías
y el otro lo ampara si son luengas las distancias.
Tan hábil, exhibe invicto muy exactas sus destrezas
-extinguiendo con poder somnífero las medidas-
por más alta fama tengan desde Suiza los talleres,
con finos relojes electrónicos, a cuerda ó de arena,
herramientas de eto eco analistas catadores de sucesos,
pregón de diversas cuitas, hoy con dubitativos escuchas.
Allí en ese confuso mundo peregrino de gritos y sonidos
llegaron los felices esponsales con el alma de mi Lita.
Éramos lúdicos jóvenes los dos, ella muy bella que yo no,
inocuo diagnóstico estético, siempre ajeno al sincero Amor,
en la lucha paritaria de prosperar en la limitante Libertad
sin las rancias dádivas, degenerativas de alienantes sinecuras.
Solo fueron asaz hegemónicos los atributos de la brega laboral,
gratificada Ella con la cariñosa premiación de tres pimpollos,
rubias y esbeltas las nenas y pícaro el sortilegio de un varón.
Vinieron luego al santo hogar, somáticos alertas patógenos,
calmos los dolores graduales con mágicas caricias de nietos
y en la festiva memoria de la tradición, un raudo testimonio:
¡Cincuentenario!... irán a nuestros hijos áureas las alianzas!
Todo pasó tan rápido, célere y veloz en el vital recorrido
cuando andan por allí, semi ocultas, mestizas las Morias…
Será cuestión que la descendencia lidere reconstruidas historias;
-\"Tiempo hierático, no triunfarás goloso en todas las contiendas!\"