Alhelíes acariciados de sol…a fines de septiembre…
acicalan el sendero desolado…rumbo a mi cabaña,
esa morada lejana de entusiasmos…
apartada por ahora de los delirios,
distante de la bulla cotidiana,
refugio de mis incertidumbres,
casa de mis dilemas,
hogar de mis estirados insomnios…
y de mis pesadillas insuperables…
que habitan en esta apremiante espera.
Aquí, en este paraje cuajado de remordimientos,
en este lugar de fantasías incompletas,
donde se respira aún el aroma de tus apariencias,
donde aún se siente vibrar tu corazón al ritmo del viento.
Aquí, donde todavía puedo soñar con imposibles,
y puedo esquivarle al infinito gris del desencanto…
y consigo exorcizar mis penas…
intento acabar con mi tristeza,
procuro aquí destruir a la sombra de tu engaño…
y con él…a este inconsciente rencor que me hace daño.
Geranios coloreados que cuelgan del portal de mi recinto,
floresta que disfruta de la llovizna matutina,
y parece coquetearle a la esperanza,
contemplo en incondicional silencio…su alborozado manifiesto,
y me lleno de paz …me reconforto,
reanimo mi fe…
y persuado a la ilusión…de tu espejismo.
Aquí en el más profundo de mis encuentros,
donde no cabe más que mi desilusión y tu felonía,
en este espacio velado de nostalgias…
con olor todavía a tu desaparición,
aquí voy a expulsar mi decepción…
y acabar de una vez con este sentimiento,
voy a destruir tu recuerdo…
y empezar otra vez,
voy a intentar renacer…
aquí…lejos de ti…
en mi lugar preferido…aquí desde mi cabaña.